Dos símbolos de Gdeim Izik

8:06 p. m. Conx Moya 0 Comments


(25/01/2018) El anciano Deida Uld Yazid cuya edad se pierde en la larga noche de la memoria beduina. Nayem Elgarhi, 14 años. Varias generaciones les separaban. ¿Qué supone el año de nacimiento cuando se trata de defender la dignidad y el derecho de un pueblo a existir? Deida y Nayem. Los dos, saharauis de El Aaiún ocupado. Los dos, tan diferentes pero tan iguales, decidieron abandonar la espera y pasar a la acción directa. Formaron parte de aquella marea en la que miles de saharauis denunciaron al unísono su situación frente a la comunidad internacional.
Deida y Nayem dejaron su no existencia cotidiana en la ciudad ocupada, superaron la rabia y el hastío para renovar las ansias de lucha contra la opresión marroquí. Deida, anciano y Nayem, casi un niño… Varias generaciones les separaban pero eso no significa nada. En sus ojos se adivinaba la misma llama, la ilusión de unir al fin a todos los saharauis en su tierra independiente y libre. Los cansados ojos de Deida seguían esperando con curiosidad y optimismo lo que estuviera por venir. A los ojos de Nayem, curiosos y un poco asustados, les quedaba ya tan poco tiempo…
Deida y Nayem, dos símbolos de Gdeim Izik. Dos actitudes, dos decisiones, dos esperanzas, dos certezas. El presente encarnado en un viejito sabio y el pasado retenido en un niño que ya no será.
El anciano saludaba a la victoria, cercado por los esbirros marroquíes. El niño sólo quería probar junto a sus compañeros el sabor de sentirse libre en su propia tierra.
El mal se llevó a Nayem. Un golpe de brutalidad en forma de balas que condenó a no ser a un niño con toda la vida por delante. El transcurrir de los años nos arrebató a Deida.
Dos símbolos que iluminarán siempre al pueblo saharaui. Un niño eterno y un viejito luminoso y libre.
A la memoria de Deida Uld Yazid, fallecido el 24 de enero de 2018 y Nayem Elgarhi, asesinado el 24 de octubre de 2010.

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